Desde el campo de entrenamiento físico ya se puede considerarse como una medicina preventiva, de tal forma que si nos movemos adecuadamente nuestro cuerpo, de acuerdo con la Naturaleza del Universo, tendremos un organismo equilibrado y sano; permanente flexibilidad y el mantenimiento de un centro estable, de esa forma mantener el absoluto control de uno mismo. Cuando disponemos de ese total autocontrol, podemos permanecer siempre activos y mejorar nuestra salud mediante el ejercicio global del cuerpo.

El movimiento flexible y continuo basado en las caderas es como una danza circular, bella y elegante, y la coordinación de los dedos, las muñecas, los pies y las caderas a través de la respiración están en consonancia con los ideales de la salud.

Los movimientos de cada parte del cuerpo se unifican en un todo sistemáticamente controlado. En primer lugar, el poder respiratorio, que es el primer poder básico aplicable del aikido, se extiende desde el centro para relajar la fuerza causante del endurecimiento de diversas partes del cuerpo; este poder es la fuente de toda postura flexible y sólida, lo mismo para jóvenes que para ancianos.

En segundo  lugar, en algunos casos se ha verificado que cuando el movimiento circular basado en las caderas se ejecuta correctamente, sirve para corregir anomalías óseas, especialmente de la columna vertebral.

En tercer lugar, los delicados movimientos del aikido mejoran el riego sanguíneo en todas las articulaciones del cuerpo y estimulan adecuadamente algunos músculos internos que no se usan habitualmente. Por ejemplo, andando de rodillas los dedos de los pies se mueven y se doblan obligatoriamente. Como la mayoría de la gente actual usa zapatos, este ejercicio de utilización de músculos poco utilizados es beneficioso para la salud.

De esta manera los músculos internos y externos están bien desarrollados, elásticos y se relacionan necesariamente con la totalidad del cuerpo. No hay técnicas en las que se emplee radicalmente la fuerza, sino que en todas ellas el espíritu llena todo el cuerpo, de la cabeza a los pies, y en esto radica el secreto del Aikido como benefactor de la salud corporal.

Ejercitar el cuerpo de esta manera, con moderación, producirá sin duda mayor salud, pero no hay que olvidar que el Aikido es Budo (Via del guerrero) y no un programa de mantenimiento físico, y que el beneficio que reporta a la salud se consigue sólo si practica como tal Budo.

Estabilidad y equilibrio.